La estabilidad musculo-esquelética (ii) depende de la función integrada de la musculatura estabilizadora local y global. La disfunción de la estabilidad se puede presentar como segmentaria, articular, multi-segmentaria o miofascial. Estas disfunciones se observan mediante compensaciones musculo-esqueléticas para mantener la funcionalidad muscular lo que conlleva por tanto a la restricción del movimiento de los aires del caballo.
Tal y como se describe en el apartado de etiopatogènia muscular, existe evidencia científica sobre el patrón de disfunción muscular relacionado con el sistema de control motor, donde hay un claro vínculo entre la reducción de información propioceptiva y el retraso en el reclutamiento de unidades motoras lentas. La estrategia para su tratamiento requiere el restablecimiento de los patrones motores de reclutamiento de las unidades motoras y el aumento de la información propioceptiva.
Concretamente, la activación e integración de la musculatura estabilizadora local se realiza mediante actividades de baja carga funcional las cuales controlan la posición neutra segmentaria o articular. También se debe movilizar activamente la restricción adyacente y recuperar la extensibilidad de los músculos movilizadores globales para permitir la funcionalidad natural.
N. Stubbs y H. Clinton en su libro (xix) recomiendan diferentes ejercicios de control motor muscular de los cuales se puede basar el tratamiento de la musculatura estabilizadora local del tercio medio y tercio posterior del caballo. Diferentes autores coinciden en que si el objetivo es entrenar para mejorar el control motor muscular y específicamente la estabilidad, lo mejor y justificable es reclutar patrones motores que impliquen muchos músculos en lugar de solo algunos.
ii Comerford MJ, Mottram SL. Functional stability re-training: principles and strategies for managing mechanical dysfunction. Man Ther. 2001 Feb;6(1):3-14
xix Clinton H, Stubbs N. Activate Your Horse’s Core: Unmounted Exercises for Dynamic Mobility, Strength & Balance.2008