Tratamientos
TENS
TENS:
Analgesia inducida por neuroestimulación transcutánea o percutánea. Tiene por objetivo aliviar o bloquear el dolor crónico o agudo.
La base de funcionamiento de los TENS es generar sensaciones de presión y movimiento que difieren de la sensación de dolor para que el sistema nervioso deje de percibirlo.
La elección de la frecuencia se basa en dos posibilidades: baja frecuencia (menor de 10 Hz) y alta frecuencia (mayor de 50 Hz), con efectos fisiológicos y terapéuticos distintos.
Estas frecuencias generan sensaciones de presión y movimiento para modular el dolor según la teoría del “Gate Control”, la cual se basa en que la estimulación de las fibras aferentes de gran diámetro inhibirá la respuesta producida por las fibras nociceptivas; esto sucede cuando se activan las interneuronas situadas en la sustancia gris del asta posterior de la medula espinal. De ahí, la necesidad de emplear intensidades elevadas que alcancen los tejidos profundos para asegurar la efectividad de la aplicación del TENS.
Además a nivel espinal, la teoría del “Gate Control” sugiere que la implicación de vías supraespinales descendentes inhibitorias modularían a las neuronas espinales.
No obstante, la evidencia disponible más reciente confirma que en ambos casos la secreción de opioides endógenos es el principal mecanismo fisiológico responsable de la analgesia producida por la aplicación de TENS. Existen tres tipos de receptores opioides que están situados periféricamente, en la medula espinal y en áreas supraespinales relacionadas con las vías de inhibición descendente. En cada uno de estos tres niveles, el TENS presenta mecanismos de acción fisiológicos distintos.